Oculte mi rostro y me volví tu espejismo...
Orille mis pasiones y me detuve en mi andar
y te observe:
tus pasos
tus ojos
tus gestos
la sutileza que sueles utilizar en tus palabras
encantadoras de serpientes
y creíste engañarme ... pero en la escuela de tu graduación,
Ahí, yo enseñe !
mi retirada fue silenciosa mientras me devorabas
con tu mirada de fuego,
en tus ojos habitaba la incredulidad
pensando como mujer como yo, podría
resistirse a los encantos de un adonis como vos.
creíste adueñarte de mi vida, quizás poseyendo mi cuerpo....
pero me alimente de tu ego, descubriendo que no tienes
alma, esa yace vacía, y solo se deja arrastras por sus pasiones,
refugiándose en la belleza superficial.


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Mis escritos solo son para el deleite del amor, la osadía de la pasión, y lo inevitable del dolor... gracias por leerme.