El camino a la felicidad empezó en tus labios,
esos supieron descifrar el laberinto de mi alma;
ya no puedo vivir sin tus besos,
ya no puedo dejar de sentirlos.
Abrí mis labios, entregándome a una pasión sin saber
que entregaría mi vida,
desperté de esta letanía divisando lo mágico de tu amor.
Eres la dosis justa de la droga
que necesitaba, para seguir existiendo.
Nunca dejes de besarme.
Nunca dejes de amarme,
Caí en tu trampa, la que solo tejió estrategias de amor,
guarde mis alas y seguí en mi nido
...junto a ti...
porque solo tu me abrigas con tu calor.

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Mis escritos solo son para el deleite del amor, la osadía de la pasión, y lo inevitable del dolor... gracias por leerme.